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sábado, 23 de octubre de 2010

COMUNICADO A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

En el actual contexto colombiano, en el que las desigualdades sociales se agudizan y el Estado actual legisla contra los intereses de las mayorías, pensando más en intereses extranjeros y de las grandes élites económicas que en las conveniencias para el pueblo, los procesos de unidad surgen como una necesidad de resistencia y acción.
En este contexto, la universidad pública es uno de los principales blancos de ataque de las políticas neoliberales de los sucesivos gobiernos que han entrado a dirigir el Estado, intentando desmontar su carácter público y violentar el principio fundamental de las universidades, la autonomía.
Por esto, la comunidad universitaria, y en especial los estudiantes, deben actuar en procura de  construir procesos unitarios. La Unidad Estudiantil debe ser la expresión política de la riqueza cultural de los estudiantes, de sus conocimientos, de sus expresiones artísticas, características con las cuales se debe apostar a la construcción de un nuevo modelo educativo.
Partiendo de la necesidad de entender la unidad el modo más efectivo de la lucha donde  los principios democráticos como el bien común, la defensa de la autonomía y los derechos de los estudiantes sean los objetivos supremos, se hace necesario avanzar en la construcción y fortalecimiento  de gran Frente Amplio de Lucha estudiantil, que a diario forje niveles de unidad sólidos, que defienda la Universidad Pública, de calidad y al servicio de todo el pueblo Colombiano, que identifique colectivamente las bases del futuro que aspiramos construir, y camine los senderos hacia una transformación de la sociedad.
El movimiento estudiantil ha transitado durante muchos años la unidad de acción, la unidad política y orgánica en busca de las condiciones que le permitan alcanzar los cambios políticos, económicos y sociales que el pueblo necesita en materia de educación dirigida a solucionar y satisfacer sus necesidades y demandas; sin embargo estos intentos se han convertido en esfuerzos de corto alcance, o han sido destruidos por la violencia estatal.
La unidad estudiantil debe ser el resultado de la discusión fraternal y franca, del acopio de consensos sobre bases programáticas partiendo de la lectura de las necesidades de la universidad y las bases estudiantiles, y no construida sobre intereses particulares de líderes estudiantiles.
La estrategia unitaria, parte del hecho de la búsqueda de cambios para la superación de la crisis estructural del modelo educativo actual, debe además reconocer las situaciones coyunturales, que en la actualidad tiene componentes ineludibles que desbordan la inmediatez, como los tratado de libre comercio (TLCs), la mercantilización de los derechos, la penalización de la protesta social y contra la agenda legislativa del régimen que afectarían principalmente a los sectores medios y pobres de la población; contra la desfinanciación de la universidad pública y el auto-sostenimiento, exigiendo Autonomía universitaria, calidad académica, bienestar universitario, y defendiendo las libertades democráticas del pueblo colombiano.
La unidad exige, reconocimiento, respeto, sinceridad, trabajo y dedicación; con estos principios un grupo de organizaciones estudiantiles iniciamos un proceso de acercamiento luego de encontrarnos en diferentes espacios de lucha estudiantil en defensa de la universidad pública, lo que nos ha permitido construir acuerdos de tipo coyuntural y político. Estas organizaciones hoy venimos haciendo planteamientos y discusiones internas que nos deben conducir a la unidad estudiantil con base a las principales reivindicaciones de tipo político que legitiman hoy los estudiantes de Colombia, en especial, los de la Universidad Pública. Es por eso que hemos decidido, como uno de los métodos para conquistar estas victorias estudiantiles, trabajar por conseguir el espacio de la representación estudiantil a los diferentes cuerpos colegiados de la universidad (Consejo Superior, Consejo Académico, Consejo por Facultades y Programas) con el ánimo de construir e implementar, desde espacios ampliados y de movilización, el modelo educativo acorde a las necesidades del pueblo colombiano y no de los intereses de los grandes imperios, de alta calidad y que posibilite un discurrir digno en la preparación profesional de los estudiantes de la Universidad del Valle.
En la construcción de este nuevo modelo, debemos propender por la organización gremial del estudiantado, que es la única forma de enfrentar las políticas lesivas del gobierno colombiano de forma unitaria. La participación en los consejos de facultad, escuelas, institutos, académico y superior concede obtener información de primera mano que permite estar un paso al frente en la elaboración de mecanismos de lucha y resistencia a las políticas nefastas que se vienen implantando en la universidad.
En este orden de ideas, las organizaciones suscritas nos hemos dado a la tarea de construir un programa de representación basado en ejes fundamentales como lo son:

1.      Rechazo a la Reforma a la ley 30 de 1992.
Rechazamos y nos opondremos el actual Proyecto de Ley de Reforma a la ley 30 (Proyecto del ley No. 55 de 2010) por medio del cual se pretende cambiar el esquema de financiación de la Universidad Pública, disminuyendo aún más los recursos ya menguados de las universidades.
2.      Defensa de la Universidad Pública.
La financiación de la Universidad Pública en Colombia tiene como elemento transversal el desinterés que el estado – a nivel central y regional- ha demostrado en cuanto al crecimiento real para el buen funcionamiento como institución pública y de excelencia. Así, además de los estragos generados por la Ley 30 de 1992, los diferentes gobiernos que se han sucedido se han negado a cancelar las obligaciones presupuestales, generando una deuda de más de medio billón de pesos en las universidades públicas de todo el país. Por esto, nos oponemos al modelo de autofinanciamiento en la Universidad, materializada en la venta y prestación de servicios, aspecto en el que concentran todos sus recursos las facultades (profesores, grupos de investigación, laboratorios), pues con ello el estado central pretende dejar de lado su responsabilidad de financiar la educación.
3.      Calidad Académica.
Nos opondremos a todas las reformas que atenten contra la calidad y la investigación de alto nivel: recorte de  semestres en los programas, aumento de carga académica a los docentes, la flexibilización curricular, la imposición de contenidos por parte del Ministerio de Educación Nacional, esto materializado en los ECAES, la anualizacion indiscriminada de los pregrados, el aumento de cobertura sin aumento presupuestal como una imposición del gobierno central.
4.      Autonomía Universitaria y Democracia Interna
Una de las principales banderas del movimiento estudiantil es la Autonomía Universitaria. La Universidad debe ser un espacio de producción y difusión de conocimientos, en la que se respete la libertad de cátedra, el autogobierno, las discusiones libres de las ideas entre la comunidad universitaria, la no violación del campus por agentes externos, así como su derecho a decidir el destino de los recursos que envía el Estado. Sin embargo, para la exigencia de la Autonomía, en el ámbito universitario debe existir democracia en la toma de decisiones; esto pasa por la amplia participación de los estudiantes y los profesores, como actores vinculados de forma directa a la misión de la universidad, en la dirección de su rumbo, de igual forma, se requiere que los estudiantes estemos organizados de la forma más incluyente y democrática posible.
5.      Bienestar Estudiantil
Para la permanencia, la dedicación y el aprendizaje  de los estudiantes en el sistema educativo, son necesarias unas condiciones de bienestar que posibiliten unas mínimas garantías de calidad de vida.
6.      Organización Estudiantil y Libertades Democráticas.
Todas las acciones que giren en torno a la reivindicación del derecho a la protesta social y a pensar diferente, deben ser respetados tanto dentro de la comunidad universitaria, como desde los agentes externos a la institución. Ninguna persona ni institución deben criminalizar la organización y la protesta, antes bien, la universidad debe apoyar y proteger a la comunidad de los abusos de autoridad del Estado o las amenazas de diferentes actores.
7.      Sedes Regionales
El desarrollo de las sedes regionales de la Universidad del Valle será permanentemente vigilado para garantizar una igualdad en términos de posibilidades y condiciones que permitan que tanto los estudiantes de distintos grupos étnicos, culturales, políticos y regionales puedan desarrollar todo su potencial cultural e intelectual y con la herramientas necesarias para esto. Impulsaremos el debate en torno a la conveniencia o no de la política de seccionalizacion propuesta por la dirección universitaria.
8.      Medio Ambiente Universitario: Desarrollo sostenible y Multiculturalidad y Diversidad Sexual y Étnica.
La universidad, como espacio de construcción de democracia, no debe excluir a grupos poblacionales por sus preferencias sexuales, etnia, religión, etc. Así mismo, se debe defender y conservar el entorno ambiental, de esta manera se fortalecen las propuestas alternativas impulsando modelos económicos de solidaridad y de consumo moderado, entendiendo que los componentes ambientales y la Universidad en general son patrimonio del pueblo.

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